…nacimiento, que no le pesaba vivir en otros lugares ni cambiar de casa con
frecuencia. Esa mente inquieta, me llevo durante la pandemia a re inventarme, sacando el lado
creativo que tenía apartado por el día a día de mi trabajo…me dedicaba como directivo al
mundo de la seguridad y salud.

Y lo que comenzó siendo una afición con la pintura inicialmente, la restauración de muebles, el diseño floral, fui creando estructuras que perduran en el tiempo y que recuerdan a esas decoraciones que tanto nos gustan de los eventos y no solemos llevar a casa ni a nuestros negocios, se convirtió en mi trabajo diario.
El lado creativo le gano a mi lado responsable y monótono.

El nombre de La Palanca, surgió por los inicios de este proyecto, así se llamaba la calle donde vivíamos.

Al mudarnos a Sevilla, mi sueño se hizo realidad, terrenos para cultivar flores, sitio para fabricar mi propio invernadero y magia, una antigua cochera de coches de caballos esperando que yo la modelase y convirtiese en mi lugar preferido…para crear, inspirarme y sacar lo mejor de mi para poder ofreceros nuestros diseños.

Como no, piezas fundamentales de mi vida, mis queridos perros, dieron lugar al logotipo de La Palanca. No, no creáis que es una fotografía de un westie, es “Pirulo”. Su silueta, cuando estaba mas delgadito, ha inspirado la creación del logo. Para aquellos que me conocen, ¡¡¡mis perros, que ya son cuatro!! han sido siempre, muy importantes para mí, como no, el logotipo de este proyecto, que se ha ido forjando con ilusión, esfuerzo y mucha dedicación, iba a llevar a mi perro.